—Un olor de tu infancia
Mandarinas… Provenía de las cuatro plantas del fondo de nuestro patio.
—¿Qué es la literatura para vos?
Es ese ilimitado mundo dentro del mundo donde, como lectores, nos sumergimos y, a través de la lectura,
podemos vivir mil vidas diferentes, lo cual nos enriquece al paso del tiempo.
Y como escritores… (espero tener más experiencia para transmitirlo) lo único que podría decir
es el placer que se experimenta
al pensar que lo que se escribe podría llegar a un público que lo aprecie,
creándose así lo más importante de la literatura: el vínculo escritor-lector.
—En el Café las Violetas está Stephen King esperándote ¿Qué regalo te hace?
¡Me permite leer el manuscrito de su última novela!
—Si tuvieras que contarle a un ser inteligente no humano, cómo es vivir en la tierra,
¿qué le dirías?
Le hablaría de las complicadas relaciones entre los humanos,
que pueden llevarlos hasta la destrucción, pero también a la creación de maravillosas obras en las distintas ramas del arte…
lo cual es una paradoja…. incomprensible creo, para un ser no humano… justamente la humanidad…
—Un libro para regalar (y a qué personaje de algún libro se lo darías)
Espacios… a Bill, de “IT”, de Stephen King
—¿Cuál es el sabor de la alegría?
La sonrisa de un niño, el amanecer en el campo o la montaña…
—Ese ruido ya ……(completalo)
Los ruidos que amo… el crepitar de las llamas en una chimenea, las olas de un mar agitado, el trote de un caballo.
—¿Qué tienen en común la escritura y lo paranormal?
Justamente el hecho de crear, al escribir, un mundo paralelo al que vivimos en la vida real.
—Tres palabras que te gusten y una que sea completamente nueva para vos.
Amor-Salud-Bienestar.
Y una palabra no sé si es nueva, pero es una actitud que no soporto: la hipocresía.
—¿Los escritores que te conmueven qué virtudes tienen?
De acuerdo a lo que dije antes, referido al vínculo escritor-lector, me siento estrechamente vinculada al autor cuando éste logra,
con la fuerza de sus palabras, que me aísle totalmente de mi entorno para sumergirme en las páginas de su libro.
—A partir de esta obra de arte de Edvard Munch escribí la introducción
breve a un cuento / novela
En un frío atardecer, en un desolado paisaje al borde del agua, una muchacha vagaba,
aparentemente desorientada, sin rumbo, descalza, con sus ropas mojadas y en jirones.
Su pálido rostro, enmarcado por una larga y negra cabellera enmarañada, denotaba sorpresa y terror a la vez.
Escribí una autobiografía
¿Quién sos?
Qué podría contarte de mí … mucho y poco a la vez.
Creo que lo principal es el hecho de poder adaptarme a lugares, situaciones, personas…
como consecuencia de haber vivido en sitios muy diferentes, rodeada de gente diferente y en situaciones diversas.
Saltando desde mi Pehuajó natal, a mi querida Buenos Aires y luego a la inolvidable e inigualable París de los ‘90.
Y nuevamente Buenos Aires…
Tantos sitios, tantos seres humanos… todo tan enriquecedor pero lleno de nostalgias a la vez.
La tristeza de lo que quedó atrás, pero la alegría de lo nuevo que he ido descubriendo cada día,
siendo lo más importante haber reencontrado el amor.
Los placeres simples, como beber un café, sola o en buena compañía, la lectura y las películas.
Y finalmente, comenzar a concretar un postergado sueño: transitar por el camino de la escritura…
esperando a ver dónde me conducirá este nuevo desafío.