como
el horror que no se lava a llantos
que
hace crecer la noche como una pared alta, alta
demasiado
alta
necia, indolora,
¿no oís como la bestia se mece sobre un hilo de baba?
¿no es pecado llevarla sobre la arruga de los labios?
cerrar los ojos no alcanza
llevas demasiado tiempo adorando a los que matan tus brotes de savia
¿y
ahora qué?
la tibieza no
la tibieza engorda los miedos,
y de apoco se hacen plaga
el
viaje más difícil -el más real- es el que se emprende sin moverse de lugar, el que no se paga
el que te lleva a conocerte sin todas esas máscaras
y de este viaje
nadie
se
salva