para
comprender
hay que dejar caer la propia razón -me dijiste-
ahora
hago un lugar para vos
y
bebo un rato el sol de los días tempranos
entonces la belleza puede llegar,
gritar
o
quedarse callada
y seguir sin explicarnos nada
pero
eso
hará que nuestra semilla
viva
tranquila y firme
su
destino de flor
-te lo prometo