una
visión primitiva, breve
la
oscuridad cubierta de musgo,
las cenizas hechas camino.
acechan los cuervos
en cada
pensamiento huesudo
que no termina de morir ni de vivir.
al
espíritu le gusta andar vestido.
a veces de cuerpos,
a veces en lluvias.
¿y quién se atreve a quitarle sus ropas?
soy
como un animal que busca nombrarse
y que en el intento más básico, pierde su voz.
aquí
la misma pérdida me arranca de las formas
como
una semilla, en lo dejado atrás
en lo que fue
y en lo que aún no es,
la vida
encuentra nueva y fértil tierra para florecer
una vez
más, sin mí