Sucede, lo que sucede.
Los ángeles hablan a través de la garganta de los jazmines.
Quiero dejarlo en claro, no es una metáfora.
Los jazmines dictan a los gorriones cuando nacer, cuando refrescarse la panza con el agua floral de un charco,
cuando desaparecer antes de un aguacero de marzo.
Por donde pasa la oscuridad, deja un jardín y una huella roja de melancolía. Ángeles. Ángeles.