—Un olor de tu infancia
El olor a la leche cuando servían la merienda en el jardín de infantes.
—¿Qué es poesía para vos?
La manera más sincera de conectarme con el universo.
—En el jardín de tu casa está Rilke esperándote ¿Qué regalo te hace?
Una caminata descubriendo la poesía que nos rodea.
—Si tuvieras que contarle a un ser inteligente no humano, cómo es vivir en la tierra,
¿qué le dirías?
La Tierra es el único lugar que conozco. Aquí viven millones de especies, entre ellas la especie humana a la que pertenezco.
Es solo un recorte del universo y para nosotros vivimos en él es el más importante, aunque en el cosmos sea solo «un pequeño punto azul pálido»,
como dijo Carl Sagan. Cada átomo que compone la Tierra guarda la esencia poética del universo y
todas las especies podemos sentirla vibrar dentro de nuestro cuerpo, en tanto tengamos la conciencia ubicada en el presente.
Cuando eso sucede es maravilloso.
—Un pensamiento para regalar
Las ramas trazan en el cielo la sinapsis del misterio.
—¿Cuál es el sabor de la alegría?
El café mientras escribo o leo rodeada de naturaleza.
—Ese ruido ya se hizo…humo dentro del agua……… (completalo)
—¿Que tienen en común la poesía y la farmacia?
Es curioso, nunca me lo pregunté.
La farmacia es mi oficio, mi medio para vivir. La poesía también es mi oficio, pero es lo que me llena de vida.
La conexión entre ellas es el movimiento, el estado de flujo.
La energía fluyendo del malestar a la sanación. No importa si la medicina es natural, sintética o energética,
siempre se transforma en palabra: poema o prescripción médica.
La meta está en el bienestar.
—Tres palabras que te gustan y una que sea completamente nueva para vos
Palabras que me gustan: poesía, quietud y acontecer.
Palabra completamente nueva: inaugural.
—¿Los poetas que te conmueven qué virtudes tienen?
Sinceridad, sencillez y sensibilidad.
Todas las virtudes con s como susurro en el alma. Ja, ja, ja.
—A partir de esta carta de Muse Tarot de Chris-Anne escribí un verso que te inspire la imagen
Amanece.
Se evaporan
los hilos de agua
que me sujetan
a la luna.
—una autobiografía
Hace algún tiempo tuve un hallazgo de la mano de un gran profesor: Lisandro Gallardón, que me ayudó a descubrir cuán vital es la poesía para mí.
Y un día me di cuenta que estoy acá, en el universo. Siempre estuve, pero un día desperté.
Libre de hacer lo que quiera, cuando sea y hasta poder decir que no.
¿La decisión? Es sólo mía.
¿Es tan difícil? ¿Qué hacer con tanta libertad?
Lo mejor que pude hacer es acercarme hacia la poesía. Aprender de ella. Descubrir que ella, me habita.
No es tan sencillo hacerse cargo de la propia voz. Asusta, pero al dar esos pequeños pasos, una se siente tan viva…
Se logra resquebrajar la coraza creada para no ser lastimada y solo importa fluir.
¿A dónde me lleva ese fluir?
A comprender que escribir, ser escritora, ser poeta no es un punto de llegada, sino de partida.
Es movimiento, es el ciclo de la vida. Cuanto más escriba y lo comparta, más se multiplica la poesía dentro de mí.
Es aquí y ahora, ser mientras se está haciendo, transitar esa libertad. Observar, compartir, aprender, ese es el compromiso.
Tal vez consiga dar aquellos pequeños pasos al romper las cadenas de la mente y escuchando más a mi corazón.
Al escribir, cuestiono el mandato, pero después hay que sostenerlo para que no sobrevenga la culpa.
Ahí aparece mi compromiso, a escuchar mi corazón, escribir lo que siento.
Es más que patear el tablero, es usar el tablero de freesbee y que no se convierta en boomerang.