alguna vez le dejé caer el mar.
la lluvia y la indiferencia cayeron sobre ella,
fue un hogar majestuoso la noche:
le cosía botones plateados en su vestido de cielo
solo para que se sintiera más bonita cuando la luna se iba a visitar las tumbas.
pero hubo un día que una delicada forma de esperanza la devolvió a la orilla
¡misterio sorprendente!
-la voz es divina